La Atención Primaria (AP) tiene por objeto garantizar el mayor nivel posible de salud y bienestar, mediante
la atención centrada en las necesidades de la gente, en un plazo de tiempo corto y próximo al entorno
cotidiano de las personas.
¿Cuál es la esencia e importancia del trabajo de la AP?
Un beneficio para toda la población sin exclusión, garantizando la salud de los ciudadanos. Una atención
activa frente a las demandas asistenciales.
La AP nos da una atención continuada a lo largo de todas las etapas vitales, desde antes del nacimiento
hasta el final de la vida.
Atención integrada: actividades de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, diagnóstico y
tratamiento, rehabilitación y también fomentando la autonomía del usuario.
Atención integral, incluyendo los determinantes sociales, que son las condiciones del entorno en el que
la gente nace, vive, aprende, trabaja y realiza las actividades de su vida cotidiana que afectan directamente
a su salud, incluyendo el lugar de procedencia y el entorno socioeconómico principalmente.
Atención las 24 horas del día, en turnos de mañana y tarde, y cubriendo noches, festivos y fines de semana
con los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), tanto urbanos como rurales.
Potencia la accesibilidad y universalidad, sin barreras que dificulten la utilización de recursos y sin
discriminación, garantizando la equidad.
La relación médico-paciente prolongada en el tiempo mejora los indicadores asistenciales, tener el
mismo médico de familia durante más años, se asocia a una disminución creciente del uso de las urgencias,
de los ingresos hospitalarios y de la mortalidad. Promover la estabilidad de los profesionales de AP debe
ser una prioridad para las autoridades sanitarias.
Todo lo planteado anteriormente es la esencia de la AP, y para llevarse a cabo es necesario aumentar la
asignación presupuestaria en Sanidad, aumento de al menos un 25% para Atención Primaria.
Es muy importante disponer de unas infraestructuras adecuadas para garantizar la seguridad, higiene,
salubridad tanto a los trabajadores sanitarios como a usuarios.
Una política de RR. HH. que garantice plantillas adecuadas con contratos dignos y que acabe con la
precariedad, que permita disponer a los profesionales del tiempo necesario para realizar todas las
actividades: asistenciales, comunitarias y atención domiciliaria. Los médicos, pediatras y enfermeras son
los responsables de la atención que reciben sus pacientes asignados y la conservación de su salud.
UN SISTEMA SANITARIO PÚBLICO DEBE SER: UNIVERSAL,
EQUITATIVO Y DE CALIDAD, QUE PRIORICE LA SALUD DE LA POBLACIÓN
Fuente: Varias Asociaciones/octubre 2021